Muchos directores de compañías han pasado a mirar hacia un futuro no muy lejano, en el que las responsabilidades básicas de la función de compras están mucho más automatizadas y cuyos departamentos de compras aspiran a dejar de ser meramente tácticos para convertirse en estratégicos.

Siguen siendo muchos los responsables de compras que sólo se encargan de optimizar el QCD (Quality Cost Delivery), una tarea “táctica” -llamada de back office o “aprovisionamiento”- de por sí complicada y noble en un primer grado de madurez de la función. Sin embargo, si el QCD se convierte en la principal o única misión de la función de Compras, para la Dirección General o los Clientes Internos habrá algo que no va bien. Al día de hoy ya tenemos ejemplos de organizaciones donde la función de Compras es considerada Estratégica lo que nos indica que es posible evolucionar desde esa posición de partida.